El atletismo adaptado tiene sus raíces en el movimiento paralímpico que se remonta a la década de 1940. Se trata de un tipo de práctica deportiva que ofrece la posibilidad a personas que presentan algún tipo de discapacidad de ser partícipes en una variedad de disciplinas atléticas que están adaptadas a sus necesidades.
La organización se divide en distintas categorías dependiendo del tipo de discapacidad que presenten los participantes, que puede ser intelectual, física o cognitiva. Engloba una amplia gama de disciplinas como las carreras de velocidad o resistencia, el salto de longitud o altura y lanzamiento de disco, jabalina y peso, entre otros muchos.
Cada variante debe estar correctamente acondicionada a las necesidades de cada atleta para poder garantizar su participación plena. Para ello se puede utilizar sillas de ruedas fabricadas con unas características especiales, prótesis o incluso guías visuales.
Antes de competir, cada atleta es sometido a una evaluación y clasificación según el tipo de discapacidad que presente y sus habilidades funcionales, enfocada siempre en la modalidad en la que desea participar. Esta ordenación permite que las competiciones sean justas y que los atletas que se enfrentan tengan un nivel similar de habilidad. Así se consigue preservar los valores de la competencia equitativa y la deportividad.
El Centro de Atletismo de Tenerife es una instalación adaptada donde todo el mundo puede disfrutar de este deporte, desarrollar sus habilidades atléticas y competir en un entorno que destaca la importancia de la diversidad y la inclusión.